Una de las piezas que presentamos fue ésta que os vamos a mostrar. El punto de partida era este precioso secador de los años 60 que encontramos en Porrúa:
Sin miedo lo desarmamos, lo vaciamos, y lo volvimos a armar, con tan buena suerte que sus medidas encajaban con este cable eléctrico para lámparas:
El último paso, volver a atornillar el secador, y ¡listo!
Noooo, no ganamos... Se quedó en la cocina, lo que supone tener un buen tema de conversación para cuando vienen las visitas.
Bueno chicas en serio, jamás me lo habría imaginado, lo cierto es que a bote pronto no se me ocurría nada que se pudiera hacer con este precioso secador, le habeis dado un tono en bronce? ha quedado de lo más original, desde luego las visitas van a flipar.
ResponderEliminarBss
Desde luego la idea es muy buena pero veo la lámpara un poco rara, como que está muy baja. O eso es lo que me parece en la foto, a lo mejor me equivoco. Igualmente está genial aprovechar la carcasa del secador para utilizarlo de lámpara, si es que lo que no se os ocurra a vosotras ......y encima parece que es de color amarillo.
ResponderEliminarBesitos para las dos
Ja,ja,ja,¡sois la leche!. Viendo tanta imaginación no se me ocurre lo que hariais con una estufa catalítica.
ResponderEliminarBesotes Chicas
Muy original, en casa de mi madre teníamos uno igual,que gracia nos ha hecho,ja,ja.
ResponderEliminarBesos
Que chulo!!os quedo genial!!besos
ResponderEliminardezazu.blogspot.com.es
Que imaginación y que chulo te ha quedado,,, eres genial
ResponderEliminar¡Qué imaginación! y ¡habilidad!. Imaginando, imaginando..... se podría hacer un aplique para la pared. Besos.
ResponderEliminarque idea mas original y que bien queda estupendo , besitos
ResponderEliminarQué original¡¡ las visitas alucinaran jaja
ResponderEliminarUN beso