Tenía algún "chascón" y rayaduras varias pero eran los inconvenientes lógicos con los que esperábamos encontrarnos. Lo más importante es que no estaba afectada por la carcoma...todo lo demás tenía arreglo, por mucho tiempo que nos llevase...!
Lo primero era desmontar las manillas de los cajones. Nuestra intención inicial era conservarlas, pero estaban tan oxidadas que nos rompieron literalmente en las manos al tratar de sacarlas con el destornillador...vamos que el trabajo se ponía interesante...
Lijamos toda la superficie para eliminar cualquier resto de barniz o pintura; sin duda es lo más cansado de todo el proceso de restauración, pero también lo más importante para que el acabado del trabajo sea mejor.
A continuación una capa de imprimación a todo el mueble; dejamos secar y le dimos otra mano. Entre capa y capa utilizamos una lija (más suave que la decapado) para eliminar restos y que la superficie quedase más lisa.
Después cubrimos todas la rayaduras, golpes y agujeros con masilla especial para madera con la ayuda de una espátula. Estas masillas una vez secas, se pueden lijar para que sean uniformes con respecto a la superficie
Luego pintamos la mesita y los cajones de color azul aguamarina mate. Este color da luminosidad y hace muy atractivos los muebles de madera (os lo aconsejamos).
Necesitó dos capas de pintura (con leve lijado entre ambas).
El interior de los cajones lo forramos con retales de una tela de estampado setentero que le daría un contraste ideal. Cortamos a medida y lo pegamos con cola ligeramente diluida.
Luego desgastamos con lija alguno de los bordes del mueble para darle un aspecto usado. A continuación le dimos una capa de cera para madera(*) y frotamos con un trapo suave.
Tan sólo nos faltaba colocar manillas nuevas para los cajones: medimos el lugar dónde queríamos colocarlas, hicimos un agujero y colocamos un tornillo pasante con tuerca y una arandela (esta tarea es conveniente hacerla antes de pintar , por si hubiera que hacer retoques, pero nuestra inexperiencia nos llevó a hacerlo al final con el mueble casi acabado y tuvimos que trabajar sobre trabajado...grrr).
El resultado de nuestra recuperación quedó de esta manera:
La verdad es que nos ha llevado muchas horas y mucho tiempo pero la transformación ha merecido la pena...el estilo vintage de esta mesita ahora no dá lugar a dudas.
¡Un abrazo a tod@s!
(*) ¿os habéis fijado como sútilmente hemos camuflado la marca de la cera para muebles?...es que estamos en todo...jeje
Increible!!!! quedó buenísimo, las felicito.
ResponderEliminar¡¡¡FANTÁSTICA!!! Y me encanta vuestro estilo editorial: muy fresco y con una pincelada de humor.
ResponderEliminar¡Gracias! Cada día más y esperemos que mejor.
ResponderEliminarGracias Víctor por tus palabras, tal y cómo están las cosas, el humor ¡qué no falte!
Un abrazo