Aceptamos encantadas, cómo no... y nos pusimos a dar vueltas a la cabeza. Nos centramos, más que en la decoración en "el concepto": adaptar la estantería y todos sus componentes a un espacio de trabajo cómodo (aprovechamos la ocasión...).
Empezamos con el montaje: rápido y sencillo, sin herramientas:
Con la balda que nos sobró, creamos un frente en la mesa:
Y con 3 de las 4 barras sobrantes, un reposapiés, que sirve también para dar estabilidad a la estructura:
Atornillamos unos botes de cristal a una balda, como solución de almacenaje que, además, no ocupa espacio.
¿Qué os parece?
Ahora sólo nos queda cruzar los dedos... y a jugar